Se dio cuenta a las 9 de la noche que había olvidado el cargador de su ordenador en la oficina y tenía que entregar un trabajo al día siguiente.

Una bonita tarde de sábado, su corazón le decía que llamara a sus amigas para irse de cañas, pero su razón le obligaba a quedarse en casa para recoger y limpiar toda la casa tras la fiesta de la noche anterior.

Compró una lavadora y una vez en el aparcamiento, vio que esta no entraba en el maletero de su coche.

Se dio cuenta en su aniversario, de que no había comprado nada a su novia, y justo ese día, no salía del trabajo antes de que las tiendas cerrasen… ¡Nuestras condolencias!

Recibió en su nuevo apartamento 3 grandes muebles de Ikea, y para montarlos solo tuvo la ayuda de su tortuga “Pity”.